Peral (Thalía, Lorenzo y Olaya)

Buenos dias, nos encontramos en Cangas del Narcea, hace un día soleado pero nosotros estamos en la biblioteca delante de la pantalla para hablaros del peral... ¿os interesa? Como decía un sabio llamado Lorenzo González, el peral es un árbol que da peras, que se comen... Vamos a profundizar un poco en este tema.

El Pyrus comunis o peral común, para los amigos, es un árbol caducifolio de la familia de las rosáceas, que crece de 10 hasta 20 m de altura y cuyo fruto es la pera, que se puede comer, como ya dijimos anteriormente. Tiene muchos amigos ya que vive un promedio de 65 años, aunque puede llegar hasta los 400, que ya caería pesado.

De raíz leñosa profunda, tronco erecto, dejemos la gracia a parte, de color gris con corteza agrietada, igual que los viejos. Hojas ovadas de hasta 10 cm de largo, con el haz verde oscuro brillante. Flores blancas o blanco rosadas con pétalos de hasta 1,5 cm en corimbos (grupos de flores) de 3 a 7.
Prospera en climas templados y algo húmedos. Resiste más el frío que el calor. Los veranos extremos secan los frutos y les impiden crecer. El clima más adecuado se caracteriza por inviernos con suficiente frío invernal, pocas heladas tardías y primaveras y veranos soleados con temperaturas no muy elevadas. Florece a 7ºC y resiste temperaturas de –18ºC a –20ºC y hasta –40ºC, que ya es bastante, en pleno reposo invernal. Hay una gama de variedades adaptadas a climas diferentes dentro de la zona templada y también a climas fríos de valles de montaña tropical con una temperatura promedio de 13°C y precipitación media anual de 800 a 1.000 mm.

El peral proviene de Europa oriental y Asia Menor. En excavaciones arqueológicas se han encontrado restos o vestigios, como queráis llamarlos, de peral domesticado que datan de 3.000 años a. C., que ya van pa' viejos. Los romanos mejoraron y difundieron su cultivo.
Actualmente los principales productores son en su orden, China, Italia, Estados Unidos, España, Argentina, Alemania, Corea, Japón, Turquía, Chile y Suráfrica. La mayor productividad la registra Austria con 44 toneladas por hectárea.

Estos árboles son, a menudo, frecuentados por insectos, como la mariposa que se muestra en la fotografía.